Los idiotas del fútbol

Una vez acabado el periplo de la selección Española de fútbol por el continente americano, me permitiré unos últimos comentarios sobre este deporte diabólico que trae de cabeza al país. Si hacemos caso a la estadística y la lógica, el fútbol es un deporte donde el factor suerte es mucho mas determinante que en otros deportes. Digamos que es uno de los deportes donde el equipo menos bueno tiene mas posibilidades de ganar en comparación con otros deportes. Por ello siempre me preguntaré por esa manía anormal de comentaristas deportivos de elevar este deporte a la categoría de ciencia exacta.

Por otro lado, en este mundial hemos tenido a los otros grandes pensadores de la sociedad actual; esa gran cantidad de usuarios de las redes sociales que se han pasado lo que llevamos de mundial de fútbol llamando «idiota» a todo aquel que ha querido disfrutar o hablar del deporte más seguido del país. Suelen ser todos aquellos que van dando lecciones sobre qué es lo que debería preocupar a los demás y cuáles son los temas importantes y relevantes de la vida misma; Podrán identificarles fácilmente cuando añaden a su retahíla de idioteces la célebre coletilla, «país de pandereta», frasecita que me tiene frito; Como si no contribuyesen a publicar millones de paridas a diario en las redes sociales. A veces parece que tuvieses que sentirte culpable por sentarte a ver un partido de fútbol y que tuviésemos la culpa de la saturación futbolera televisiva.

Para añadir a todo este desaguisado, tenemos algo más absurdo aún: Una cantidad importante de idiotas de libre albedrío que ahora salen con lo de Gracias Luis y tal… por aquello de la debacle de nuestra selección de fútbol en el mundial de Brasil. Julián Ruiz hizo un ejercicio de majadería, publicando su asnada particular la semana pasada en su «Cortador de césped» de elmundo.es. El título de su artículo reza «Gracias Luis» con un ejercito de zombis anormales sin conocimiento, aplaudiéndole la machada a continuación en los comentarios.

Pocas veces se ha podido observar en este país una corriente de opinión tan unánime en su miseria. Ingratitud y amnesia hacía una persona capaz de conseguir 2 Supercopas de España, 2 Ligas Españolas, 1 Supercopa de España, 1 Copa intercontinental, 2 Champions League, 1 Eurocopa y 1 Mundial. Tenga o no el señor Del Bosque una flor en el trasero, sería lógico pensar que tal cantidad de títulos de este calibre tengan alguna explicación de mas peso detrás… por mal que suene.

Me tendrán que perdonar los innumerables sabios del deporte del fútbol y permitirme hacer un pequeño ejercicio de intrusismo profesional además de aportar una verdad absoluta: Hace 4 años, España, además de por el acierto y la suerte, ganó el mundial de fútbol de Sudáfrica por una cosita llamada defensa, lo que viene siendo «mantener la puerta a cero». España batió además un curioso récord en aquel mundial; la de ser el equipo ganador de un mundial con menos goles marcados. ¡Vaya por Dios! Si mal no recuerdo, Del Bosque ensalzó públicamente la figura de jugadores como Sergio Busquets, aquel medio centro, desaparecido en este mundial, que se cargaba una y otra vez las jugadas del rival en los contragolpes. Apostó por un fútbol mas conservador y una defensa sólida comandada por Puyol con incorporaciones como las de Gerard Piqué que aportaron acierto y orden en la zaga. Tal vez, el estilo mas intenso de Luis Aragonés los hubiera mandado a casa a las primeras de cambio. Existe una especie de brote de Alzheimer colectivo a la hora de recordar el Francia-España del mundial del 2006 que dejó a un equipo joven y valiente pero sin cabeza comandada por el señor Aragonés en la cuneta en octavos. Selecciones igual de ofensivas y brillantes como la que comandó Clemente en el 94 (la del codazo a Luis Enrique), que parecen haber quedado en el olvido con el paso de la generación de Xavi Hernández e Iker Casillas también pecaron en su momento de ese ímpetu ofensivo aunque aquella selección era claramente superior a la del 2006 y dejó bastante mejor sabor de boca. En cualquier caso, algunos no parecen querer recordar las diferencias entre las alineaciones de la selección de la Eurocopa del 2008 y la del mundial del 2010… como si fuésemos tontos los sangre sucia del fútbol.

Mi visión de un seleccionador del fútbol es la de un apostador. Digamos que la apuesta de Vicente del Bosque por la continuidad salió terriblemente mal y no pareció muy inteligente en esta ocasión. Todo lo que hace 4 años funcionó, fallo en este mundial, principalmente la zaga defensiva con unos desconocidos Ramos, Busquets, Piquet, Casillas… Se podría decir que al combinado nacional le faltó intensidad física y es ahí donde nuestro seleccionador nacional pudo haber convocado con mayor acierto. Pero, decirlo a posteriori es fácil. ¿Y si hubiera acertado?

Recibimos siete goles en contra y sólo uno a favor en los dos primeros partidos. Con solo mantener la puerta a cero después del gol de Xabi Alonso, la historia hubiera sido bien distinta. Tal vez aquel gol que falló David Silva 1 minuto antes de recibir el primer gol de Holanda en el primer partido hubiera cambiado el guión. Hablamos de suerte, aunque el fútbol no es ajeno al factor psicológico tampoco, como ocurre en el tenis con jugadores capaces de encajar un rosco en el primer set y remontar un partido después. Sin embargo, en nuestro país ya no se habla con criterio de casi nada, mucho menos de deporte, como para entender «detalles». Parece haber una campaña de estupidización social, lo cual podría confirmarse con hechos como el nulo seguimiento en abierto del probablemente mejor deportista Español de todos lo tiempos, Rafa Nadal. El tenis, por suerte, es un deporte individual donde la gilipollez del aficionado no es el denominador común. Probablemente este hecho sea la razón por la cual representantes de TVE prefieren ir a Nueva York a ver los partidos de US Open ellos solitos junto a alguna ministra en vez de negociar televisar este tipo de eventos en abierto cuando son relevantes.

En el fútbol, se prefiere seguir la corriente a periodistas mediocres además de a fanáticos e idiotas seguidores de los clanes Barça/Madrid que centran sus debates en lo malo que es Del Bosque por no llevar a mas jugadores Merengues o de lo aprovechado que es por explotar un equipo culé creado en exclusiva por un tal Pep, su Dios filósofo particular.

Una cosa está clara, Vicente del Bosque ha fallado en sus planteamientos pero su mayor error fue seguir de seleccionador después de la Eurocopa del 2012. Después de ganarlo todo, solo le quedaba perder. En un país donde nos habíamos pasado el Siglo XX acostumbrados al titular «no pudo ser» en relación a la selección nacional de fútbol, hemos pasado a un sarcástico «Gracias Luis» y penas varias después de ganar 2 Eurocopas y un mundial, no habiéndola visto mas gorda en la vida.

Angel Canales

Edward Shearmur. BSO K-Pax. Grand Central

Edward Shearmur es un compositor inglés de bandas sonoras. Ganó un premio Emmy en 2006. Ha trabajado en la banda sonora de películas como Crueles intenciones (1999), Miss Congeniality (2000), The Sweetest Thing (2002), The Skeleton Key (2005) o Abduction (2011), entre otras.

A la música de Edward Shearmur se le suele poner con frecuencia la etiqueta de «inclasificable». Siendo un compositor entrenado clásicamente, ha tocado con varias bandas de rock. Estudió música Africana en la universidad y le gusta disfrutar de cualquier estilo musical, desde electrónica japonesa hasta Rhythm and blues de los 60.

Un tema por el cual se le suele encontrar con frecuencia en Youtube es «Grand Central» de la película K-Pax, película infravalorada donde las haya, K-Pax huye un poco del estilo mas comercial de Hollywood para adentrarse de forma sutil en la crítica social a través de la mente aparentemente desequilibrada y enferma del personaje Prot.

La música de Edward Shearmur para K-pax acompaña con un toque chillout durante todo el film pero consigue establecer el feeling adecuado para la película desde los primeros compases con «Grand Central». Consta de 2 partes, una inicial mas lenta y onírica que se oye mientras el espectador vislumbra una mañana de la estación Grand Central de Nueva York entre partículas de aire de la noche y una segunda parte mas dinámica que acompaña los títulos de crédito iniciales.

Grand Central es uno de mis temas favoritos de siempre y acompañó a mi hermana Yolanda durante su largo despertar del coma en Enero-Abril del año pasado y durante los meses siguientes.

¡Seguro que se acuerda!