Acerca de Como me encuentro ahora. Al cabo de dos años.

Esto que en un principio escribo es con idea de añadir a mi “libro”, al relato que escribí acerca de mi enfermedad. “Poco a Poco”. Sirva, no obstante, para definir como estoy ahora en Marzo del 2015; en este blog ya he esbozado mi historia en “lo que no mata engorda” algunos “posts” atrás.

Quería añadir a lo anteriormente escrito de mi relato estos pensamientos. Hasta aquí todo lo escrito ha sido un escueto relato de lo acontecido y realmente aunque he querido esbozar pensamientos y sensaciones propias no he alcanzado a lograr uno de los objetivos de esta historia.

Uno de los objetivos, además de contar mí historia para que se supiera, además de los agradecimientos, además de la catarsis que supone el escribir y sacar todo fuera, era que mi historia sirviese para ayudar a otros. No sé cómo lograr eso pero creo que lo pueda hacer simplemente mostrándome, mis vivencias, y dejando ver a otros que sufren que no son los únicos. Ya dije que yo lo sufrí, lo pasé, y sigo aquí. Con más fuerza que nunca. La actitud ante todo esto me está sirviendo y la propia enfermedad, tan terrible en sí, me ha dotado de una capacidad que yo antes no tenía. Siempre he sido positiva pero esto me ha dado algo que encuentro difícil de definir. Si, cosas materiales, como más tiempo, pero además una voluntad desafiante ante la vida, porque aunque, ya lo dije antes, esto me ha quitado, también me ha dado. Soy consciente de una cosa, de que no he perdido lo más precioso en sí que es la vida misma. Es una frase muy manida aquello que cuando pasamos estos trances en la vida después apreciamos las pequeñas cosas, pero es verdad.

Todo lo escrito anteriormente lo hice a los pocos meses de volver a casa. Cada día que pasa aprendo, leo, me instruyo, y sé ahora muchas cosas que antes no sabía. “Antes” significa al principio, después de tener el derrame, al volver a casa, pero también significa antes de tener el derrame. He leído acerca de esta dolencia y entiendo cosas que antes no entendía. Sé cosas que nadie me contó y he averiguado por mí misma en mi ansia de saber. Claro, la forma de aprender las cosas es si a uno le contestan cuando pregunta, pero ¿si uno no sabe que preguntar? ¿si uno no sabe a quién? Que esto, pues, sirva de “manual para inquietos” para los que que se preguntan cosas como lo hice yo.

Ya dije, cuando escribí el epílogo que era consciente de que esto tenía que terminar, y así ha sido, el proceso terminó, pero quería añadir estas palabras que ahora escribo para seguir dando muestra de una evolución. Como con muchas cosas que nunca se acaban de aprender, aquí veo que nunca se termina de evolucionar. Han pasado meses ya y quería ahora definir mi situación.

Me he ido dando cuenta de que a medida que mejoro – sé que es así porque me lo dicen- yo me veo, me observo, peor. Yo definiría, por tanto, a esta enfermedad a la vez de benevolente (porque esconde del enfermo su mal) pero también de puñetera (porque cuándo mejoras te ves peor). Después he leído acerca de lo que me pasa y parece ser que es común en los que sufren daños en el lóbulo frontal. Un daño que causa una dolencia que significa la no aceptación del mal en sí. Es curioso porque tiene nombre científico y está documentado y yo sabía que algo me ocurría pero ahora estoy contenta porque el hecho de que reconozca lo que antes no reconocía o (al menos) no veía, supongo que querrá decir que estoy mejor. No lo sé pero así lo supongo. Ahora (creo) que lo que veo es la verdad. Esto nadie me lo ha explicado, lo he averiguado yo sola. Eso en sí me dice que por lo menos aún me funciona la mente.

Cuando realmente estás mal te lo esconde la consciencia, (no te permite ver lo mal que realmente estás). Si, la consciencia, no la conciencia. Luego, cuando mejoras (supongo) te das cuenta de lo mal que realmente estás. Ves, por tanto, que si ahora estás así, ¿cómo estabas antes? Yo esto, de hecho, lo hablé con una persona, que me indicó que la primera vez que me había visto estaba como “trabada”. Yo nunca fui consciente de ello.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/agnosognosia-trastorno-se-da-ocasiones-quienes-han-padecido-ictus-dano-cerebral/3027674/

He estado leyendo ayer en internet acerca de una condición llamada Agnosognosia; se trata de una dolencia que afecta a enfermos que han sufrido algún tipo de accidente cerebral, tipo ictus, y que hace que la percepción que tienen de su condición no sea real. Es decir que se creen que su situación es totalmente distinta a lo que es. Hablo en tercera persona pero ahora sé que yo he estado así. Creo que una muy buena manera que se pueda superar esto es tratando al paciente de manera directa enfrentándole con la verdad. Es muy duro, y puede que dependa del paciente, pero yo lo veo como superar una adicción. Lo primero que hay que hacer es enfrentarse a la realidad. El primer paso es tomar consciencia de su existencia. Diagnosticar y curar.

Yolanda Canales