¿Todos tenemos DERECHOS Y DEBERES?

Comencé a pensar de nuevo en esto porque la enfermedad que he pasado me ha dado mucho tiempo para pensar. Ahí ya estoy buscando el lado bueno de las cosas. He tenido una enfermedad, que como ya digo, ya dije en mi libro, me ha quitado, pero también me ha dado, o, al menos, yo así lo veo. Pongo todo mi empeño en buscar el lado bueno de todas las circunstancias que se me presentan. Este tema, en concreto, es algo sobre que poco tengo que pensar, porque ya antes tenía opinión. Ya antes cuando no tenía tiempo para expresarme, ni dejar las cosas por escrito. Ahora de eso tengo mucho, mucho.
Yo soy (me gusta usarme de ejemplo porque me gusta mucho hablar de mi) bueno, yo he sido empleada por cuenta ajena, autónoma (asociada; ¿a que no conocían esa figura?) e inmigrante, bueno, no, hija de inmigrantes retornados. ( que ese es otro tema aparte que tiene tela, donde podríamos hablar de ultras y desarraigo ). Entonces toda mi vida he tenido una perspectiva de las cosas distinta a la de los demás. Ahora, después de lo que he pasado, sigo teniendo esa perspectiva. Ahora por otra razón, por la enfermedad que he pasado, que me ha abierto la mente y me la ha dotado de una capa adicional.

Lo que voy a decir posiblemente no sea lo “políticamente correcto” sobre todo en este mundo que vivimos de lo políticamente correcto pero francamente no me importa. Es otra de las cosas buenas que me ha quedado; mi afición por dar mi opinión sin importarme lo que se pueda pensar de mí. Ya antes era así en cuanto a que no me importaba el qué dirán, pero ahora me he vuelto más descarada y atrevida en mis declaraciones. Me atrevo a todo y no me avergüenza el opinar claramente. La verdad es que disfruto; yo antes era mucho más comedida.

Todos tenemos derechos y deberes; el tema en cuestión. Efectivamente, eso todos lo saben pero nunca se hace hincapié en los derechos de unos y los deberes de otros. Sólo se reafirma los deberes de los unos y los derechos de los otros. El empleado, y aquí empiezo a entrar en terreno peligroso, pantanoso, tiene derechos, por supuesto, pero también tiene deberes. Aunque he bajado este tema a lo personal no quiero nombrar a nadie pero sí puedo pensar en lo que para mí ha supuesto observar a unos empleados, como han disfrutado de sus derechos y han obviado sus deberes. Evidentemente tienen derecho a esos derechos pero nunca se ha dicho de ellos que tienen las obligaciones, y por supuesto, las tienen. El empleador es malo por querer que el empleado cumpla con sus deberes, o así parece. ¿Quién tiene derechos y quien no los tiene? ¿Quién tiene deberes y quién no los tiene?
Parece ser que sólo es el “jefe” (en este caso el pequeño autónomo) el que tiene deberes. Deben darnos pena lo inmigrantes ¿porqué? Mis padres nunca daban pena, trabajaban y se hacían respetar. Pero, insisto, trabajaban. Ya de pequeña tuve una trifulca con el hijo de un señor en Inglaterra que dada la inclinación que tenía su padre decía unas palabras que no eran suyas sino las que había oído en casa. “es que los inmigrantes no pagan impuestos”. ¿Qué sabía ese niño lo que eran los impuestos? Yo no las entendía pero aquellas palabras se me quedaron grabadas.
He tenido empleadas a personas extranjeras, y yo, tonta de mí, las sentía de manera cercana, me ponía en su lugar porque yo (creía ) que había pasado por situación similar a la suya (o, al menos, lo habían hecho mis padres). Entonces yo las consideraba de una determinada manera que nada tenía que ver con lo que después resultó. Ahí me llevé una gran decepción. Creer en ciertas personas como yo lo hice y resultar que estas personas me defraudaron. Por eso digo que sé de lo que hablo, porque lo he vivido ya y lo he sufrido.

Bueno, y por resumir y recalcar lo que ya es sabido pero nadie se atreve a decir porque no es popular. Todos tenemos deberes y todos tenemos derechos. Unos y otros. Esto lo quería yo decir porque no me debo a nadie ni a ninguna ideología. Simplemente digo lo que considero es la verdad y lo obvio. Claro, es algo que al no llevar consigo una popularidad nadie dice, y menos desde las altas esferas, porque no ganaría votos. Jamás.

Yolanda Canales