Soy Apolítico

Cuando se pronuncian estas palabras entiendo yo que la gente quiere decir que están al margen de la política, que no les interesa cómo funciona. Vale, yo tampoco estoy interesada en los pequeños detalles que concierne la política, ni entiendo realmente cómo funciona. (Todo me es muy complicado ahora). Pero la verdad es que la política nos concierne a todos, seamos “apolíticos” o no, estemos interesados o no, pertenezcamos a un partido político o no tengamos carnet. La política gobierna nuestras vidas, lo queramos o no. Fundamentalmente nos afecta en todo aquello que concierne la economía y factores sociales del país en el que vivimos y nuestra percepción del exterior. Lo queramos o no.

No quería hablar acerca de la política opinando sobre partidos, opciones específicas… pero sí sobre el tema más amplio, el concepto de la política que ahora se encuentra en un punto muy interesante, y no sólo en España. Aquí estamos de acuerdo en una cosa; en que no estamos de acuerdo. La vida política Española pasa por ponernos de acuerdo. Me ha quedado claro que eso no podemos. Estamos permanentemente cabreados e indignados. Hay tantas percepciones de la política como personas hay en España. Cada uno entiende las cosas de manera distinta. ¿Nuevos partidos? Antes estábamos anclados en el bipartidismo, ahora hay tanto donde elegir que nos pasa como en mi restaurante; hay tantos platos que la gente no sabe que pedir. “No pongas muchas opciones que es peor” me dicen, como tener tanta democracia y libertad. Parece ser que una dictadura reconfortaba; no había que pensar, no había que esforzarse. Como muestra tenemos la situación actual que no prospera.

La verdad es que seguir la situación actual en España me está resultando de lo más gratificante porque lo contemplo con mas fruición que el Sálvame de las tardes. Observo como unos opinan de lo que dicen otros. Con lo fácil que es centrarse en lo propio y no en lo ajeno. El problema que tenemos es ese precisamente. Nos preocupa más lo que hace el de enfrente que lo nuestro. Mientras no cambiemos no podremos ponernos realmente de acuerdo porque nos es ajeno.

Seamos sinceros y propongamos sin complejos y con honestidad. El pensar de manera distinta no debería impedir llegar a acuerdos. Opinar de manera distinta no debería significar enfrentamiento hostil. Se puede admirar lo que consigue otro y no envidiar de la manera en la que se hace aquí. Bueno se puede en otros países por lo menos. El día que este país logre sacudirse esos complejos y trabajemos todos juntos como el gran país que somos seremos invencibles. Ese día.

Yolanda Canales