Esto lo menciono ahora porque estoy volviendo a sufrir un impedimento que no hace mucho ya sufrí (cuando escribí el post “La Hecatombe”). La verdad es que si habláramos con los ladrones de cobre supongo que dirían que lo hacen porque no tienen otra salida. No tienen ingresos, están en la miseria y bla, bla, bla…Es la “razón” para sus actos que dan (por ejemplo) los “indignados”. Véase que pongo razón entre comillas porque es SÚ RAZÓN, SU DISCULPA. Se creen en la posesión de la verdad y mientras se indignan (unos) y roban cobre (otros) los demás hemos de aguantar los despropósitos e inconveniencias de sus actos. Verdaderamente yo aquí estoy “indignada” pero prefiero escribir este post que salir gritando y blandiendo pancartas por la calle. Bueno, en ninguno de los dos casos se me va a hacer ningún caso, pero el hecho de que no puedan usar internet para mí supone un grandísimo impedimento ya que lo utilizo para hacer mis ejercicios de Lumosity que ya forman parte de mi recuperación.
Sinceramente me apetece, lo que me sale del alma, es decir todo tipo de improperios y llamar con nombres y apellidos a los que me están causando esta situación. Ya saben; “no hay derecho…son unos tal…son unos cual…” pero he decidido que me voy a controlar y no lanzar exabruptos. Primero porque quedan feos, y además porque prefiero seguir calmada. El enfadarme y calentarme no me conviene. Me gusta más escribir y desde la calma decir las cosas con las mejores palabras que me salgan.
Eso sí; quiero preguntar aquí por qué se roba cable de cobre causando este malestar e inconvenientes a tanta gente. ¿Por qué el ladrón no piensa en lo terrible de sus acciones antes de actuar? Parecerá una tontería pero no lo es. Pero además del caso de los robos en sí, de los actos de los propios ladrones, quisiera saber por qué no se adopta algún tipo de actuación por parte de los estamentos pertinentes que haga que no se repitan estos robos. ¿Cómo es posible que constantemente se esté robando el cobre en la misma zona y no se pueda hacer nada para impedirlo? (¿o no se quiera?) No me lo creo, sinceramente. Si hubiera el interés suficiente se impedirían los sucesivos robos en la misma zona. ¿Qué hay que hacer para que se nos haga caso? ¿Salir a la calle e “indignarnos”? Yo estoy más cómoda aquí sentada escribiendo esto y no “indignándome” en público. Estoy pensando que esta es otra palabra cómo la de “gay” que ha sido vampirizada. Yo estoy indignada, muy indignada, pero no soy lo que se entiende hoy por una “indignada”. Me indigna que no se respete la legalidad. Me indigna que se pisoteen mis derechos. Me indigna que por parte de las autoridades no se haga cumplir la ley. Me indignan los indignados.
Yolanda Canales